Publicado originalmente el 10 de julio en Ibero909
La izquierda (o lo más cercano a la izquierda) ha sido elegida por primera vez, de forma masiva, en México. Si bien hay temas dignos de reconocimiento en cuestión de género —como un gabinete paritario donde aparecen nombres como Graciela Márquez, María Luisa Albores u Olga Sánchez Cordero y hay paridad en los congresos—, el avance del Partido Encuentro Social no es poca cosa (vale la pena leer el articulo La derecha nos rebasa por la izquierda de Sandra Barba).
Hay mucho que replantearnos. El PES podrá perder su registro, pero ya tiene escaños asegurados y una agenda clara. El simple hecho de que el partido de izquierda esté dispuesto a pactar con él y con todo lo que representa, ya es preocupante y no se puede pasar por alto. También es bueno recordar que la interrupción legal del embarazo y el matrimonio entre personas del mismo sexo en la Ciudad de México se logró en el sexenio de Marcelo Ebrard y no en el de AMLO.
Decidí preguntarle a mujeres de distintas profesiones, formas de pensar y contextos, qué opinan del nuevo gobierno, ¿qué les preocupa? ¿Qué esperan? Ellas son solo algunas de muchísimas voces.
Abramos el debate, platiquemos con nuestras amigas, vecinas, profesoras, compañeras.
«Del próximo gobierno federal espero que esté a la altura de las expectativas y realmente se combata la corrupción, la impunidad y se disminuya la desigualdad. De los gobiernos locales, veo con mucha preocupación que los partidos con sus alianzas ocupan todos los curules locales… no habrá contrapesos ciudadanos. Por lo que toca tener una sociedad civil más activa y organizada para vigilarles y presionarles».
Estudió Política y Administración Pública por el COLMEX e hizo una maestría en Administración Pública en Columbia. Ha trabajado en fundaciones, la academia y el gobierno. Fue candidata independiente a diputada local por el Distrito 6 en Jalisco.
«Más allá de avanzar el derecho a acceder a un aborto, que es una cuestión primordialmente local – me encantaría ver políticas de justicia económicas con enfoque de género, políticas para incentivar que la distribución trabajos de cuidado y trabajos no remunerados sea más justa. Básicamente eso, porque no espero nada en cuanto derecho a decidir».
Es analista en Datacívica. Ha sido asistente de investigación en el ITAM, donde estudió ciencia política y relaciones internacionales. Es más inteligente cuando no está desvelada.
«Además de mi evidente emoción porque en esta administración tendremos un gabinete paritario; tendremos un secretario joven, con estudios muy específicos en temas urbanos (cosa que antes no habíamos tenido desde el/la titular de SEDATU una secretaría apenas formalizada en el sexenio de Peña). Además, el futuro secretario Meyer se ha reunido con diversas organizaciones de la sociedad civil y expertos en temas urbanos; hay un especial interés en hablar de vivienda. Sin embargo, será muy importante que el futuro secretario tenga claras dos cosas:
La primera: la mejor política de vivienda es una política de movilidad, tenemos que aspirar a que los viajes de casa al trabajo no sean de 3 horas y en malas condiciones.
Segunda: las políticas urbanas y de movilidad deben de ser abordadas con perspectiva de género y con mujeres al mando desde las subsecretarías y direcciones. Mujeres que tengan formación feminista y que entiendan que debemos combatir, prevenir y erradicar la violencia y desigualdad de género desde la infraestructura para eliminar los sesgos cognitivos que existen desde la planificación urbana hecha, históricamente, por hombres y para hombres».
Es Coordinadora General Central de Liga Peatonal y es comunicóloga especializada en temas urbanos, medioambientales y de género.
«Me siento entusiasmada con la posibilidad de un cambio, de ver a tanta gente que conozco y quiero contenta y feliz, con ganas de trabajar en conjunto. No me preocupa tanto la sociedad civil, sino lo que viene en los puestos de gobierno: la presencia de las mujeres, luchar por nuestros derechos y los de otros grupos que históricamente hayan quedado de lado.
Me llama la atención que en el discurso de AMLO mencionara diferentes preferencias sexuales, pero no se mencionó a las mujeres. Me preocupa muchísimo que el PES tenga tantos asientos en las cámaras, no entiendo porqué MORENA se alió, una cosa absolutamente innecesaria. Me parece un retroceso, hay que tener mucha atención en lo que vayan a hacer y analizarlo con lupa».
Es periodista deportiva y fundadora de México Versus.
«Creo que debiéramos tomar los resultados de esta elección con precaución. Entiendo la euforia pero aun así abogo por la cautela. Los peores temores de un movimiento antiderechos que llegó para quedarse parecen refutarse con la muy probable pérdida del registro del PES y la peor votación del PRI en la CDMX mostrando con ello que el giro a la derecha de Mikel Arriola no rindió frutos. Sin embargo, la enorme sobre-representación de dicho partido es un factor a tomar en cuenta que bien puede entorpecer la agenda feminista e incluso minar el giro a la izquierda que muchas y muchos quieren ver. En ese sentido, espero que las voces más progresistas del nuevo gobierno logren impulsar una fuerte agenda feminista en todos los ámbitos. Éste ha sido siempre un tema pendiente para gran parte de la izquierda partidaria de México».
Filósofa y transfeminista. Investigadora de tiempo completo de la UNAM y co-fundadora del Laboratorio Nacional Diversidades. Cree en la necesidad de hermanar a las luchas feministas con otras muchas, empezando por la diversidad sexual y étnica de México.
«¿Qué espero, como feminista, del nuevo gobierno? El reconocimiento de nuestros derechos y no su sometimiento a una consulta. El reconocimiento de que los feminicidios en México son una epidemia y habrá que enfrentarla. El entendimiento de que las mujeres siguen siendo tratadas como ciudadanas de segunda, desechables. Ser sexista se vale; se misógino se vale; ser violento se vale, sin condena o sanción. Ojalá empiece una etapa de educarlas, empoderarlas, protegerlas e impulsarlas, A ser feministas todxs«.
Estudió Relaciones Internacionales en el Colmex y es doctora en Ciencia Política por la universidad de Princeton. Es profesora universitaria y columnista.
«Hay tanto que cambiar que espero tengamos mucho más de seis años para lograrlo. Que el triunfo de AMLO sea sólo el precedente de una transformación estructural en nuestro país, donde se derroque lo que se ha normalizado. Que se vuelva a cuestionar y castigar la violencia, la impunidad, la corrupción, la violación sistemática de los derechos humanos. Que dejemos de ser víctimas de nuestro propio gobierno y de las fuerzas armadas. Que lo único que sigamos perdiendo sea el miedo. Que el amargo recuerdo de los últimos años jamás se borre, pero que nos sirva para seguir peleando por encontrar, por fin, algo parecido a la justicia. Eso espero, que recuperemos nuestro país, que el cambio sea histórico y que la esperanza de millones de mexicanos no se destroce otra vez».
Es argentino mexicana, es directora de contenido en publiko, estudió comunicación social en la UAM Xochimilco, un posgrado en creación literaria en la universidad Pompeu Fabra. Ha sido becaria del programa de jóvenes creadores del Fonca.
«Lo que espero del nuevo gobierno es que tenga no sólo apertura a la crítica, sino que la tome en serio. Me preocuparía que Femsplainig fuera su proyecto para las mujeres, porque parte de un entendimiento muy precario sobre nuestra situación y, en particular, del tema de la división sexual del trabajo. Ese documento les lo que pasa cuando los problemas que nos atañen a las mujeres se entienden sólo como temas de mujeres, además que parte del supuesto de que los hombres son la norma y nosotras debemos adherirnos a sus estándares. Yo no quiero que nos hagan un espacio en su mundo, quiero un nuevo mundo. Para caminar hacia allá tendrán que estar dispuestos a aceptar que sus ideas pueden estar equivocadas».
Directora de Parvada, una ONG que trabaja por los derechos de las mujeres en Guadalajara.
«Lo que espero de los gobiernos, tanto federal como local, es un que aprovechamiento de los recursos naturales, que permita conservarlos de verdad y utilizarlos de manera justa, inteligente y sustentable. En el caso de México me parece particularmente preocupante el tema del agua y me gustaría ver políticas de buen aprovechamiento, de captación de agua de lluvia, de reparación de las fugas. Tener un sistema de aguas que funcione para la ciudad.
A nivel federal me preocupan no solo las áreas protegidas, sino que cualquier área natural de la que se obtenga recursos tenga un buen manejo. No se vale que sigamos usando los recursos naturales de nuestro país poniendo en riesgo la biodiversidad y nuestro mismo bienestar social. Desarrollo verdaderamente sustentable».
Bióloga, maestra y doctora en filosofía de la ciencia por la UNAM. Se dedica a la comunicación de la ciencia, pueden escucharla en Madarax.
«Espero ver el comienzo de la construcción de un país con menos violencias, donde las niñas puedan imaginar infinidad de mundos posibles, donde son libres y protagonistas. Esto implica impulsar la educación sexual integral, garantizar el derecho a decidir, y la visibilización y reconocimiento del trabajo de cuidados».
Politóloga, feminista, integrante de la Colectiva Justicia Sexual, Ala Izquierda y el colectivo CIDE+.
«He apoyado a AMLO desde que fue precandidato a Jefe de Gobierno, estoy muy contenta de que por fin se haya respetado la decisión del pueblo, pero como feminista considero que no podemos dejar de hacer activismo, vigilar y ser partícipe en la toma de decisiones. La alianza con el PES fue el error más grande y el cual nos mantendrá alerta».
Feminista, chilanga, politóloga y wikipedista. Presidenta de Wikimedia México, capítulo de Wikipedia en el país.
«Estoy entusiasmada con el cambio y con la derrota del PRI y el PAN, quienes además de sus fallidos gobiernos, firmaron un compromiso con el Frente Nacional por la Familia. Espero que ahora que AMLO y MORENA ganaron, se alejen de su alianza electoral con el PES y nos muestren con esta acción que los derechos de las mujeres, el 51% de la población, no son una moneda de cambio política. Me parece indispensable que previo a implementar nuevos programas, se evalúe lo que ya tenemos, que se considere la perspectiva de género en todas las acciones, programas y dependencias de gobierno y que la agenda femsplaining sea sólo un punto de partida, ya que deja ausentes temas indispensables como el aborto legal y seguro».
Feminista, activista y analista en temas de derechos reproductivos de las mujeres.
«Me preocupa que se pongan a consulta derechos ganados como el derecho a decidir sobre mí cuerpo, y me preocupa que la discriminación siga en aumento debido a este discurso que tenemos de los buenos contra los malos».
Estudió una maestría en Periodismo y asuntos públicos del CIDE. Ha trabajado en radio, televisión, prensa y web y es directora del Centro Nacional de Comunicación Social AC.
«Como mujer trans, defensora de derechos humanos y originaria de una comunidad indígena no espero nada que no sea su obligación por ley de cada representante en los cargos públicos. El respeto y garantía a nuestros derechos y libertades es algo que no se negocia. La impunidad ante los feminicidios, crímenes de odio y violencia tiene que terminar. Sí el gobierno en turno no se hace cargo seguiremos denunciando su complicidad. No asimilaremos que la esperanza viene en un partido político. Nuestra esperanza viene desde la memoria histórica de las luchas sociales por una vida digna, acá desde abajo, con las manas, desde las y lxs invisibles de un sistema que oferta violencias, donde nuestro existir es resistir. Seguiremos defendiendo la alegría y organizando la digna rabia».
Originaria de la comunidad ñahñuh. Es Trans/feminista desde lo afectivo, el error, la incongruencia y el disentir. Defensora de derechos humanos, crítica al sistema punitivo y estudiante de Derecho en la UNAM. En 2014 fundó la Red de Juventudes Trans México.
«Espero que rompa con el círculo vicioso de la indolencia y el burocratismo de las instituciones».
Académica y activista feminista de Monterrey. Es colaboradora de FUNDENL, colectivo de familiares de personas desaparecidas en Nuevo León.
«Es la primera vez que alcanzamos la paridad de género en el congreso, una Jefa de Gobierno electa y un gabinete paritario en el Ejecutivo federal.
Es también la primera vez en la historia que gobernará un partido de izquierda.
Creo que muchas de las feministas tenemos altas expectativas, lo que esperaríamos es que este gobierno ponga en el centro las prioridades no «de las mujeres» sino que se transversalice la perspectiva de género en todas las problemáticas del país, por ejemplo: reconocer el trabajo doméstico y de cuidados no a través de un salario para amas de casa (salario rosa), sino a través de la creación de un sistema nacional de cuidados, por ejemplo. Esta acción en reconocimiento de que el trabajo doméstico no remunerado) equivale al 24% de la PIB.Eso sería poner la mirada de género de forma transversal. Dejar de ser un «grupo vulnerable» sino la mitad de la población de este país.
Yo estoy muy contenta, solo que habrá que posicionarnos siempre como grupo dialogante, crítico y vigilante de esas políticas y leyes que garanticen los derechos de las mujeres«.
Coordinadora de comunicación en el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir.
«Más que del gobierno espero que nosotros periodistas, ciudadanos, activistas, hagamos un trabajo de contrapeso, de vigilar, de exigir cuentas, de cuestionar y señalar lo que no esté bien. Creo que una lección que podemos aprender de todos estos años y sexenios pasados es que nuestro trabajo es indispensable para un contrapeso al poder».
Es una periodista mexicana, recién ganadora del Premio Breach/Valdez de Periodismo y Derechos humanos. La pueden leer en pie de pagina.mx
«El gobierno de AMLO llega con una gran aceptación, con un sentimiento de que las cosas en el país deben cambiar. El reto al que se enfrenta en el país con un contexto de impunidad, corrupción y violaciones sistemáticas a derechos humanos es enorme. Espero un gobierno que sea transparente y rinda cuentas desde el primer día. Espero un gobierno con planes claros para evitar la improvisación; que ante un panorama de paridad en cargos se agilicen las acciones transformativas para asegurar una igualdad sustantiva y un respeto pleno a los derechos humanos».
Activista y feminista; maestrante en Derechos Humanos y Democracia. Actualmente es asesora jurídica y parte del Comité Directivo de Amnistía Internacional.
«Espero del próximo gobierno que construyan política feminista en sus espacios. Una menos autoritaria, vertical, machista y opresora. El cambio político del país debe incluir mujeres en los espacios de toma de decisión pero también a mujeres que reflexionen sobre el poder en sí mismo, cómo una herramienta de cambio y no una para replicar las prácticas de siempre».
Feminista e integrante de Wikipolítica Jalisco. Fue candidata independiente al Congreso Local.
«Me preocupa que no se aproveche la oportunidad para replantear la manera en que se han querido resolver las violaciones a derechos humanos de las mujeres. Que se replique el modelo en donde no las mujeres no están en la agenda prioritaria para el gobierno: combate contra la corrupción, la impunidad, pobreza y desigualdad. Que no se considere que en el diseño, implementación y evaluación de las políticas debe hacerse la pregunta por las mujeres y que exista transversalidad de género en todas las políticas. Sería penoso que se replicaran las soluciones superficiales que han atendido a las mujeres sin ni siquiera hacer un esfuerzo por entender las causas estructurales que han llevado al país a que a pesar de que las mujeres representamos el 51% de la población, se nos sigan dando políticas rosas, de segregación, y ventanillas especiales, en lugar de considerarnos en el centro de cada estrategia que se piense implementar».
Abogada y directora de GIRE.
«Esperaría un gobierno capaz de autonombrarse feminista, que actúe en consecuencia; dispuesto a proteger y no a coartar mi libertad de expresión. Que comience por entender que el derecho de las mujeres a decidir sobre nuestros cuerpos y vidas es solo nuestro y no una decisión abierta a consulta. Que tenga el valor de comprender y pagar la deuda histórica a todas las mujeres de México. Las periodistas y activistas mexicanas somos luchadoras sociales que defendemos los derechos de todos, enfrentando las opresiones combinadas del sexismo, el racismo y la censura institucional. No habrá una ‘cuarta transformación’ del país sin nosotras».
Periodista y escritora. Miembro de la Red de Periodistas de a Pie.
«Cuando miles se organizaron para exigir su derecho al voto, el gobierno -encabezado por Lázaro Cárdenas– les dio la espalda. Los liderazgos masculinos de la izquierda que militaban dentro y fuera de la institucionalidad, repetían que la emancipación del proletariado traería consigo la liberación femenina, y también que el feminismo era una estrategia de la burguesía para dividir la lucha de clases; mujeres y hombres, decían, debían luchar codo a codo y las “segregacionistas” no cabían ahí. Con esa tradición de una izquierda poco sensible a las demandas de las mujeres, comenzamos el nuevo milenio. Con la llamada transición democrática como escenario vimos también de forma paralela, la globalización y la revolución informática que vino a modificar la forma de hacer política. Vivimos ya esos saldos. En 2018 presenciamos una coyuntura electoral que vira a nuestro país hacia la izquierda después de gobiernos neoliberales. También vemos la consolidación de la transición democrática con la renovación total de cuadros y liderazgos político institucionales que, por primera ocasión en México, colocan a las mujeres en paridad con los hombres; tanto el gabinete como ambas cámaras. Como corolario, la juventud representa una porción demográfica mayoritaria y la movilización feminista está sobre todo compuesta por morras que votaron por primera o segunda ocasión.
La movilización social es efervescente, se articula en torno a los saldos de la violencia estructural que inició con la llamada guerra contra el narco y es tema primordial también del movimiento feminista, que denuncia y lucha contra el feminicidio y la impunidad rampante. De unos años para acá, la masificación del movimiento es indudable; el feminismo se hace oír en las marchas multitudinarias, en las aulas, en los medios y en las sobremesas. Pero, aun así, junto con la agenda del movimiento LGBTIQ+, estuvo ausente de los discursos electorales.
Ante el cuestionamiento de despenalizar el aborto a nivel nacional, los candidatos (todos hombres tras la declinación de Margarita Zavala) se mostraron ambiguos -en el mejor de los casos- o abiertamente opositores.
MORENA es un partido plural, tanto los ultraderechosos evangélicos como el ala pro derechos forme parte de su proyecto. Sin embargo, de todo el espectro político institucional, es claro que ésta es la fuerza en la que podemos tener más aliadas, no solo por la representatividad paritaria que se avecina, sino por las trayectorias claramente progresistas de nuestras próximas funcionarias, como Olga Sánchez Cordero, primera mujer en encabezar la SEGOB. Sin embargo, aunque algunas futuras legisladoras del partido tienen agendas abiertamente feministas, las lecciones históricas nos indican que es un error estratégico dejar al azar de la voluntad política la responsabilidad de avanzar en nuestros derechos y, ahora, de luchar contra la violencia estructural que nos está matando.
Si en algo avanzará la agenda feminista en este sexenio que está por iniciar, será a través de la organización autónoma que, invariablemente, requiere de voluntad política. Desde mi perspectiva, MORENA es una fuerza política que puede resultar sensible a las demandas feministas; pero sin una presión social bien articulada, no se moverá por sí sola. Veremos pronto si en el partido y las instituciones a su cargo marcarán una diferencia con sus antecesores de aquella izquierda histórica, que prometían emancipación femenina en un futuro utópico que nunca llegaba. Aprendimos la lección y no vamos a sentarnos a esperar ese momento: la lucha por la despenalización del aborto a nivel federal, que las feministas ya estamos preparando, será su primera prueba. Nos vemos pronto en San Lázaro».
Estudia el doctorado en Historia en la UNAM, es especialista en historia política de México contemporáneo.